La manana...
Una manana tan transparente
como si los hombres con acuarios
corriesen hacia el mar
para soltar en йl
peces de oro
Los deseos se amontaban
Ahora sуlo falta envejecer
y echar
una red.
Traducciуn: Germain Droogenbroodt-Rafael Carcelйn Garcнa
Свидетельство о публикации №107092200236