Palabras sin duen o III
De repente se echO a volar este alma salvaje, el corcel imparable de mAs pura raza.
Cuanto mAs el volaba, lejos mAs parecIa su meta.
Hasta que el llegO a la negra ribera de Lete.
Al cruzarla te ruego que desme la gracIa de la ultima, lenta mirada,
antes que esta luz en mis ojos se haya apagado.
Antes de someterme a pasar por vacios peldan-os de Hades
yo las quiero besar - manos tuyas, suaves y blandas...
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