Mi amargo abrigo tu dulce veneno
que se desvaneces en el aire susurrando en tu callar...
Porque no dices la verdad, ya tus palabras han cambian
y mi dulce pecado, amarga tu soledad...
Porque tratas de tapar mis ojos, con una tela trasparente,
cual realmente pasa por el vacio de tus negras pestanhas...
Porque me pasas al olvido y supones que ahi he de estar,
que si aun repito mi oracion es por no poder entender
lo que pasa en la raiz de tu cabeza..
Porque te distraen los sonidos de los demas,
y juntas sus palabras al hablar.
Porque ya no sos el mirmo, de una vez en la eternidad...
Me ayudas en vestir mi abrigo y junto
a el recupero mi sentido a pensar...
Nada mas de entonces, nada mas te dire,
ya jamas un amigo semejante, ni un pasajero de miradas,
ni una clave en pocas palabras, ni un te quiero por los dias en mi mente...
Me quitas el abrigo nuevamente y te olvidas hacerlo lentamente,
es cierto me lo habias dicho alguna vez, pero ya no es marzo,
es casi noviembre, aunque seguimos viviendo en septiembre
en el cual solamente el final del verano me puede abrigar...
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