Mбs que mi universo

Dios ha de existir, entonces,
de otro modo no sabrнa concebir
tal ternura en sus ojos
que amo tanto…

su mirada, tan dulce,
a veces triste y dulce,
que amo tanto…

ЎCuбnto amor hay en sus labios!
me abandono, soy entonces
de ella, completamente,
mi cuerpo, mi alma…

Ella es mi tiempo, es mi espacio,
es la medida de mis pensamientos…
Yo, tan solo muero en su regazo.

Un cielo eterno
se dibuja en sus ojos,
en su mirada fascinante
que amo tanto.

Un paraнso, y ella,
que es poesнa perfecta,
tan bella como un sueсo,
tan tierna como una ilusiуn,
tan dulce como un beso…

Julio C. Bellido
Febrero 2001


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